Entrevista con Ana Carla Fonseca Reis1 y Silvina Freiberg2
¿Qué se entiende por economía creativa?
La economía creativa tiene su centro en los sectores de la economía con más carga de creatividad como los de las industrias culturales y creativas, (editorial, audiovisual, artes visuales, música, artes escénicas, diseño) y de las industrias tecnológicas de la información y comunicación (software, programación web, video juegos, etc.) pero además, se expande al resto de la economía tradicional, por el valor agregado que estos sectores aportan a otros. Basta pensar por ejemplo, como la moda abre nuevas oportunidades de innovación y diferenciación en el sector textil.
¿Cuáles son las prácticas concretas de la economía creativa?
La economía creativa se hace concreta por medio de los emprendimientos creativos, que a su vez son catalizados por políticas vueltas a las industrias creativas. El diseño es un ejemplo interesante en Argentina, ya que su influencia en los distintos sectores de la economía tradicional, genera miles de emprendimientos y fuentes de empleo, y aporta valor agregado a las exportaciones.
¿Cómo puede desarrollarse una ciudad a través de la economía creativa?
La ciudad y su economía presentan una relación muy íntima. Pensemos en la economía industrial y las ciudades industriales, la economía de servicios y las ciudades de servicios. Sin embargo, la ciudad está habitada por personas, no tanto por infraestructuras y edificios. Cuando mas creativas son las personas de un sitio, más capaces de desarrollar innovaciones de negocios serán; y cuánto más innovadoras son las empresas, más recursos e ideas vuelven a la ciudad.
¿La economía creativa está íntimamente relacionada con la realidad de una ciudad o geografía determinada?
La economía creativa y la ciudad tienen por base singularidades, productos, servicios, manifestaciones y tradiciones singulares. La economía creativa surge justamente como reacción a un mundo en el cual los productos y servicios están cada vez más estandarizados. Con esto, la creatividad humana pasa a ser reconocida como activo económico fundamental. Lo mismo pasa con las ciudades. En un momento en el que se estima que los turistas (de ocio o vacaciones) llegarán a 1.6 mil millones en el 2020, las ciudades buscan diferenciarse. Algunas lo hacen buscando ser lo que no son (el síndrome de "yo quiero ser Barcelona"), lo que claramente no se sostiene. No hay nada menos creativo que la copia. Otras ciudades se diferencian mirando hacia adentro y buscando los puntos más singulares que las representan. Esta sí es una estrategia creativa.
¿Cómo se relaciona la cultura y la creatividad con el urbanismo?
La cultura es una gran fuente de estímulos creativos. Es imposible pasar por una experiencia artística y sentirse como se estaba antes de ella, por ejemplo.
A su vez, una ciudad que fomenta la creatividad, es una ciudad en la que personas con distintas ideas son bienvenidas, en la que los espacios públicos son espacios de encuentro y reconocimiento, son ciudades que viven en permanente proceso de transformación y valoran la diversidad. Volviendo a lo dicho antes, un ambiente creativo es un campo de inspiración e innovación. Es un ciclo que gira de forma continua.
¿Cuál es el rol de los emprendedores creativos en el contexto socioeconómico actual?
Los emprendedores comienzan a tener un rol activo dentro del contexto socio-económico actual, ya que su presencia no se limita a su pertenencia a las industrias culturales o tecnológicas de la información y comunicación, sino que aportan valor agregado a otros productos y servicios de la economía tradicional. El diseño por ejemplo, atraviesa sectores que van desde la moda hasta el diseño de maquinaria agrícola por ejemplo. Aportan valor agregado, singularidad, diferenciación.
En estos emprendimientos se prioriza el concepto y contenido simbólico de cada producto, valores que deben estar en coherencia con los procesos de producción, distribución y comercialización. Aportan una nueva mirada a la cultura del trabajo y a los modelos de producción.
Son negocios basados en el capital humano e intelectual, en los que la creatividad juega un papel fundamental y poseen una doble naturaleza: económica, por un lado, en tanto y en cuanto su finalidad es la generación de riqueza y empleo; y cultural, ya que reflejan en sus creaciones valores propios del contexto en que se sitúan.
En lo que a sus sectores tradicionales refiere como el editorial, musical, de artes visuales y escénicas, el audiovisual etc., representan el 3.5% del PBI nacional en la Argentina y entre 2008 y 2009 el sector creció un 8%, porcentaje superior a otros sectores de la economía nacional. El sector de la industria cultural en Argentina es un sector con crecimiento constante en el país.
En cuanto a los desafíos que enfrenta el sector se presenta por un lado la necesidad de profesionalización y formalización de la figura del emprendedor cultural como un empresario y, por el otro lado; la necesidad de implementar políticas que protejan a estos emprendimientos de la competencia de los grandes conglomerados, fortaleciendo principalmente a la distribución, que es uno de los mayores inconvenientes que tiene el sector. Por otra parte, es necesario fomentar a la gestión de la creatividad en el resto de los sectores de la economía tradicional, para generar más valor agregado.
¿Cómo ven la profesionalización de quiénes gestan emprendimientos culturales y creativos?
Lo que pudimos observar a partir de nuestro proyecto de formación es que los emprendedores comprenden cada vez más que se dedican a proyectos vinculados a la cultura que pueden trabajarse como fuentes generadoras de empleo e ingresos y que precisan profesionalizarse en la gestión de estos proyectos.
Comprenden que hay emprendimientos culturales y creativos que se diferencian de otros proyectos cuyos fines son puramente sociales y/o artísticos o no lucrativos y que, por su naturaleza, no entran en la lógica comercial. En líneas generales se está tomando conciencia sobre la importancia de la industria cultural y creativa en la economía de las ciudades actuales, el emprendedorismo como salida profesional y de autoempleo, y el asociativismo como camino de fortalecimiento y crecimiento de sus proyectos.
Desde el Área de Gestión Cultural FCE - Universidad Nacional de Córdoba, nos propusimos contribuir con la profesionalización de este sector a través de distintas propuestas de formación. Desde abril de 2012 presentamos el Curso de Posgrado en Gestión de Ciudades y Emprendimientos Creativos en modalidad virtual, que plantea una perspectiva de reflexión sobre la economía creativa como estrategia de desarrollo para ciudades y emprendedores creativos, promoviendo el diseño y planificación de emprendimientos productivos y planes locales de desarrollo con base en la economía creativa. También y en modalidad presencial, organizamos la tercera edición del curso de posgrado en gestión de emprendimientos culturales y creativos que apunta a la capacitación de emprendedores locales en la gestión de negocios creativos y el desarrollo de sus modelos y planes estratégicos. En ambos programas, contamos con el apoyo de un cuerpo docente de intensa trayectoria y capacitación que construyen un diálogo productivo y enriquecedor con los participantes.
1Ana Carla Fonseca Reis
Economista por la Universidad de São Paulo y Doctora en Arquitectura y Urbanismo. Autora y compiladora de numerosos libros como Economía da Cultura e Desenvolvimento Sustentável (2006), Economía Creativa como Estrategia de Desarrollo (2008) y Creative City Perspectives (2009). Es conferencista en más de 20 países. Dirige Garimpo de Soluções, consultora en economía creativa y ciudades creativas.
2Silvina Freiberg
Licenciada en Administración de Empresas (UNC) y especialista en Políticas Culturales y Gestión Cultural (UAM México – CONACULTA y OEI). Directora del área de Gestión Cultural de la Facultad de Ciencias Económicas (UNC). Coordinadora de la fundación Cultura en Proyectos y Ayni Lab. Docente universitaria y consultora en temas de planificación, gestión de ciudades, proyectos y emprendimientos culturales