Flavia Caminos
Mayo 2009
La artista se casa de blanco y se retrata con su consorte. Siempre un conyugue diferente; a veces un varón, otras veces una mujer. Con cada sí dado el tocado de la novia crece y las flores del ramo se multiplican como los panes y los peces. Cada una de las fotografía exhibe un joven matrimonio ostentando el reciente estatus adquirido orgulloso de la monogamia dominante. Los nuevos esposos se miran tiernamente o dirigen su ojo a los futuros espectadores. Sin embargo, en su repetición, Flavia Caminos se transforma en una polígama serial.
|
© Todos los derechos reservados.