Carolina Furque
Abril 2006
“Ciudades pequeñas y ciudades grandes se funden, se desdibujan perdiendo sus diferencias y peculiaridades. Aparece entonces un recorrido en el que se persigue no aquello que esta fuera de los ojos, sino lo que esta adentro. El viajero es quien pasa, mira y detiene el tiempo en un recuerdo, en una foto. Así, un mapa se va construyendo entre puntos suspendidos en la memoria, los viajes se superponen y el trayecto se vuelve entonces imaginario. El viajero, que se manifiesta en los autorretratos y a través de los personajes descubiertos en sus rutas, ve en las múltiples ciudades un solo paisaje, el de su soledad”. |
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